Verónica
Piña Jarillo
Ningún
padecimiento debería mantenerse en secreto, ya que el hecho de ocultarlo puede
retrasar el tratamiento, crear complicaciones y poner en riesgo la calidad de
vida de una persona. La incontinencia urinaria no es una enfermedad en sí
misma, sino que es una manifestación secundaria a infecciones o a ciertos daños
estructurales en la vejiga, y en entra la población femenina su frecuencia es
más alta entre mayores de 35 años.
José Roberto Risco Cortés, académico de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explica que el hecho de que las mujeres no mencionen los síntomas a su médico dificulta la oportuna atención. La importancia es tal que si la paciente no lo menciona el médico lo hiciera: “Mi recomendación sería que a la hora de hacer la historia clínica, los especialistas hicieran la pregunta directa: ‘Señora, ¿tiene usted o ha tenido pérdida involuntaria de orina?’, lo que sería de gran ayuda para efectuar los estudios necesarios y determinar el diagnóstico”.
La incontinencia urinaria se ha clasificado en diferentes tipos de acuerdo a sus causas, en la que destacan:
·
Genuina
de esfuerzo: Se presenta en una mujer cuando ha tenido varios partos o está en
la posmenopausia, ya que en esa etapa de la vida, las mujeres pueden
experimentar cambios fisiológicos que afectan el esfínter uretral, lo que
permite que la orina se escape ante esfuerzos como toser, estornudar, reírse,
levantarse, sentarse o cargar algún objeto.
·
Urinaria
de urgencia: Ocurre generalmente cuando hay un proceso infeccioso y se
manifiesta con la sensación continua de ir al baño.
·
Urinaria mixta: Combinación de los dos tipos
anteriores.
Opciones de tratamietnos
El
experto indica que cualquier pérdida involuntaria de orina amerita acudir de
inmediato con el médico, para que determine qué tipo de incontinencia es y de
ese modo, dar el manejo adecuado. “Hay casos en los que un tratamiento a base
de antibióticos resuelve muy bien el problema, también habrá otros en que se
necesitará cirugía, pero son situaciones que sólo el especialista puede
evaluar, documentar y tratar”.
Además, agrega que las pérdidas urinarias involuntarias ocasionan un trastorno no sólo físico, sino también psicológico, laboral y social por lo que es muy importante sean tratadas de forma oportuna. “Llega un momento en el que ya no quieren salir de casa, porque temen que ante cualquier esfuerzo se presente esa situación. En este punto, las mujeres pueden deprimirse y no esforzarse por superar su condición. Una práctica frecuente es que recurran al uso de pañales o toallas sanitarias para ‘solucionar’ parcialmente su problema, lo que representa un gran riesgo, porque la orina es un excelente medio de cultivo de infecciones”, indica José Roberto Risco Cortés.
Además, agrega que las pérdidas urinarias involuntarias ocasionan un trastorno no sólo físico, sino también psicológico, laboral y social por lo que es muy importante sean tratadas de forma oportuna. “Llega un momento en el que ya no quieren salir de casa, porque temen que ante cualquier esfuerzo se presente esa situación. En este punto, las mujeres pueden deprimirse y no esforzarse por superar su condición. Una práctica frecuente es que recurran al uso de pañales o toallas sanitarias para ‘solucionar’ parcialmente su problema, lo que representa un gran riesgo, porque la orina es un excelente medio de cultivo de infecciones”, indica José Roberto Risco Cortés.
Para
finalizar, el experto comenta: “Es necesario comprender que la incontinencia
genuina de esfuerzo es progresiva; empieza con pequeñas pérdidas de líquido que
pueden irse incrementando. Y no es lo mismo practicar una operación a los 50
años que a los 70, porque a mayor edad aumentan los riesgos quirúrgico y
anestésico. Lo mejor para cualquier condición de salud es la atención
oportuna”.
Hay que evitar que la vergüenza de compartir ciertos síntomas al médico evite recibir atención, de otro modo se expone a que las complicaciones derivadas de esta situación aparezcan y se aumenten con ellas los malestares.
Hay que evitar que la vergüenza de compartir ciertos síntomas al médico evite recibir atención, de otro modo se expone a que las complicaciones derivadas de esta situación aparezcan y se aumenten con ellas los malestares.
Colaboración Fundación Teletón
“El principio de la paciencia es empezar por uno mismo”.
Bojorge@teleton.org.mx
0 comments:
Dale click Y Compártelo en Facebook y Twitter
Cuéntanos lo que estás pensando... !