Hace muchísimos años, cuando un niño
moría había quienes honraban la tradición del baquiné; colocaban el
cuerpo del menor en el centro de una mesa, hacían un cerco a su
alrededor con flores y velas y entonces familiares y amigos celebraban
con júbilo porque ese ángel había regresado al cielo.
Sin
proponérselo, este viernes se formó en El Barrio lo más parecido a un
baquiné en tributo a Héctor Camacho Matías, al que muchos vieron
convertirse en el "Macho", y al que a sus 50 años, siempre niño de
corazón, le fue arrebatada la vida. Quienes fueron testigos de sus
luchas, no tienen la menor duda de que los tropiezos que tuvo el triple campeón mundial de boxeo ya le fueron perdonados. Y hoy día es un ángel que regresó al cielo.
Por eso, este viernes más que un velorio, lo que hubo fue una celebración.
Desde
temprano en el día, aún cuando la temperatura apenas rozaba los 40
grados centígrados, la emoción hacía arder decenas de corazones de
amigos y seguidores del fenecido "Macho" Camacho, que hacían fila frente
a la parroquia Santa Cecilia, en el corazón de El Barrio, esperando a
que trajeran su ataúd para poder rendirle tributo.
Aunque
las puertas de la parroquia abrirían a las 3:00 de la tarde, después
del mediodía ya se contaban por cientos los ciudadanos -unos residentes
de Nueva York y otros cuantos que viajaron de otros estados- que
aguardaban por la llegada de su campeón.
Finalmente, poco después de las 3:00 p.m., en una carroza blanca, donde ondeaba la bandera de Puerto Rico, llegó a su casa el ataúd del "Macho" Camacho.
Entonces, el pueblo comenzó a aplaudir con fuerza, mientras le gritaban
sus características frases "segudooo", "What time is it?", "Macho,
Macho Time!".
La
carroza era precedida por una caravana a la que se iban sumando
automovilistas y motoristas que sonaban temas de salsa, mientras tocaban
bocina, cornetas, ondeaban banderas de Puerto Rico, camisas con
imágenes del campeón y hasta ramilletes de flores. Los pasajeros y
conductores gritaban "¡Macho, Macho, Macho!", con la misma intensidad
que lo hacían al celebrar sus éxitos tras cada pelea.
Su
madre, doña María Matías, entró junto con el ataúd a la iglesia y lucía
complacida, tras ver con el amor tan grande que El Barrio lo recibió. "Yo sabía que aquí lo iban a recibir así",
expresó conmovida. Precisamente, en la iglesia la concejal Melissa
Mark-Viverito agradeció a doña María que hubiese dado la lucha y
soportado la críticas con tal de que el "Macho" fuera enterrado en Nueva
York. "Nosotros queríamos tener la oportunidad de decirle adiós", dijo
la Concejal.
Como se recordará, la madre del "Macho" y el hijo mayor del púgil estaban en desacuerdo
pues "Camachito" quería que su padre fuera enterrado en Puerto Rico,
pero su abuela insistía en que tenía que descansar en Nueva York, "de
donde salió campeón".
Figuras de la música, la política y el mundo del
deporte se unieron al pueblo en el desfile frente a la caja donde
descansan los restos del campeón. Poco antes de las 6:00 de la tarde, la
fila para entrar a la iglesia seguía creciendo, con seguidores que
buscaban decirle "hasta luego" al niño que contra viento y marea se alzó
no una, sino tres veces con la corona de campeón de boxeo.
Héctor "Macho" Camacho falleció el pasado sábado tras no poder sobrevivir a un balazo que le dieron el 20 de noviembre
en su natal Puerto Rico. Diez días más tarde, las autoridades de la
isla no han podido arrestar a la persona responsable de los hechos. Su
madre se expresó confiada en que pronto se haga justicia.
Este sábado habrá una misa, a las 9:00, en la parroquia Santa Cecilia, y luego el cuerpo de Camacho será enterrado en el cementerio Saint Raymond, en El Bronx.
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