76 personas con heridas leves y otras 29 han sido trasladadas a diferentes hospitales
MÉXICO.-Alrededor de 100 personas han
resultado heridas y otras 92 personas se encuentran detenidas en los
enfrentamientos entre policías y manifestantes que protestaban contra la
investidura del nuevo presidente de México, Enrique Peña Nieto, en
varios puntos de la capital del país.
Los servicios de Cruz Roja Mexicana han atendido a 76 personas con heridas leves y otras 29 han sido trasladadas a diferentes hospitales de Ciudad de México por lesiones diversas, contusiones y fracturas.
Un hombre de 67 años ha tenido que ser intervenido quirúrgicamente por un traumatismo craneoencefálico. Se ha conseguido controlar el edema cerebal y su condición ahora es estable.
Imágenes de la cadena mexicana Milenio han mostrado a un joven inmovilizado, herido en la cabeza y tendido en el suelo, que no reaccionaba cuando sus compañeros lo arrastraron de una pierna. Las autoridades no han hecho alusión a su estado ni precisado dónde se encuentra.
Protesta por un "presidente no legítimo"
Las inmediaciones de la Cámara de los Diputados, dónde se llevó a cabo la investidura como presidente de Peña Nieto, fue el escenario de los primeros disturbios. Maestros y miembros del movimiento juvenil 132 protestaban al considerar a Peña Nieto un presidente no "legítimo" e "impuesto" por la cadena Televisa, a escasas horas de que se inicie la solemne sesión de investidura en el Legislativo.
Los manifestantes lanzaron petardos, botellas prendidas con gasolina y piedras, y se enfrentaron con palos con las fuerzas de seguridad desplegadas en los alrededores del recinto legislativo. Algunos incluso se apoderaron de vehículos para tratar de derribar una barrera metálica e ingresar en la sede.
Por su parte, la policía impidió el paso de los manifestantes con gases lacrimógenos y chorros de agua lanzados desde tanques antidisturbios.
Una vez concluida la ceremonia de investidura, los manifestantes de desplazaron hacia el Zócalo (la plaza central de la ciudad) y en el camino hicieron destrozos en hoteles de la céntrica Avenida Juárez, rompieron vidrios de instalaciones bancarias y destruyeron paradas de autobuses. También arremetieron contra restaurantes y vehículos privados estacionados en las calles, y realizaron pintas en edificios públicos.
En la ciudad de Guadalajara, los manifestantes causaron daños en la sede del Partido Revolucionario Institucional (PRI), al que pertenece Peña Nieto, y en instalaciones de la cadena Televisa a la que acusan de favoritismo a Peña en la cobertura de la campaña electoral.
El grupo, supuestamente formado por miembros del Yo Soy 132, llegó hasta las inmediaciones de la Feria Internacional del Libro (FIL), donde fueron recibidos por un dispositivo de seguridad.
Casi un centenar de detenidos
El alcalde de Ciudad de México, Marcelo Ebrard, ha desvelado que entre los 92 detenidos hay 11 menores. Todos ellos han comparecido ante ante la fiscalía capitalina por destrucción de la propiedad pública y privada (inmuebles, vehículos y al menos cinco patrullas policiales). Algunos arrestados han lanzado incluso cócteles molotov contra los policías.
"Nunca habíamos tenido una provocación de este tamaño" ha apuntado Ebrard. Aunque los detenidos se identifican como anarquistas (así lo ha confirmado el fiscal capitalino Jesús Rodríguez) el alcalde ha atribuido al violencia a grupos que han planificado estos "actos de barbarie" para destruir y sembrar la inestabilidad en la ciudad.
"¿Qué tiene que ver esto con lo que estaba ocurriendo en San Lázaro?", se preguntó, en alusión a la toma de posesión de Peña Nieto en la sede del Congreso.
"Si alguien está indignado es la Ciudad de México frente a esta agresión, y no va a quedar impune", ha declarado el alcalde, del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD).
El político ha desvinculado estos actos vandálicos de las manifestaciones pacíficas que el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), encabezado por el izquierdista Manuel López Obrador, y el PRD llevaron a cabo en el Ángel de la Independencia y el Monumento a la Revolución, respectivamente.
López Obrador, postulado por una coalición de izquierda, quedó en segundo lugar en los comicios del 1 de julio pasado y no reconoció el triunfo de Peña Nieto tras denunciar irregularidades en el proceso electoral, incluida la supuesta compra masiva de voto.
Los servicios de Cruz Roja Mexicana han atendido a 76 personas con heridas leves y otras 29 han sido trasladadas a diferentes hospitales de Ciudad de México por lesiones diversas, contusiones y fracturas.
Un hombre de 67 años ha tenido que ser intervenido quirúrgicamente por un traumatismo craneoencefálico. Se ha conseguido controlar el edema cerebal y su condición ahora es estable.
Imágenes de la cadena mexicana Milenio han mostrado a un joven inmovilizado, herido en la cabeza y tendido en el suelo, que no reaccionaba cuando sus compañeros lo arrastraron de una pierna. Las autoridades no han hecho alusión a su estado ni precisado dónde se encuentra.
Protesta por un "presidente no legítimo"
Las inmediaciones de la Cámara de los Diputados, dónde se llevó a cabo la investidura como presidente de Peña Nieto, fue el escenario de los primeros disturbios. Maestros y miembros del movimiento juvenil 132 protestaban al considerar a Peña Nieto un presidente no "legítimo" e "impuesto" por la cadena Televisa, a escasas horas de que se inicie la solemne sesión de investidura en el Legislativo.
Los manifestantes lanzaron petardos, botellas prendidas con gasolina y piedras, y se enfrentaron con palos con las fuerzas de seguridad desplegadas en los alrededores del recinto legislativo. Algunos incluso se apoderaron de vehículos para tratar de derribar una barrera metálica e ingresar en la sede.
Por su parte, la policía impidió el paso de los manifestantes con gases lacrimógenos y chorros de agua lanzados desde tanques antidisturbios.
Una vez concluida la ceremonia de investidura, los manifestantes de desplazaron hacia el Zócalo (la plaza central de la ciudad) y en el camino hicieron destrozos en hoteles de la céntrica Avenida Juárez, rompieron vidrios de instalaciones bancarias y destruyeron paradas de autobuses. También arremetieron contra restaurantes y vehículos privados estacionados en las calles, y realizaron pintas en edificios públicos.
En la ciudad de Guadalajara, los manifestantes causaron daños en la sede del Partido Revolucionario Institucional (PRI), al que pertenece Peña Nieto, y en instalaciones de la cadena Televisa a la que acusan de favoritismo a Peña en la cobertura de la campaña electoral.
El grupo, supuestamente formado por miembros del Yo Soy 132, llegó hasta las inmediaciones de la Feria Internacional del Libro (FIL), donde fueron recibidos por un dispositivo de seguridad.
Casi un centenar de detenidos
El alcalde de Ciudad de México, Marcelo Ebrard, ha desvelado que entre los 92 detenidos hay 11 menores. Todos ellos han comparecido ante ante la fiscalía capitalina por destrucción de la propiedad pública y privada (inmuebles, vehículos y al menos cinco patrullas policiales). Algunos arrestados han lanzado incluso cócteles molotov contra los policías.
"Nunca habíamos tenido una provocación de este tamaño" ha apuntado Ebrard. Aunque los detenidos se identifican como anarquistas (así lo ha confirmado el fiscal capitalino Jesús Rodríguez) el alcalde ha atribuido al violencia a grupos que han planificado estos "actos de barbarie" para destruir y sembrar la inestabilidad en la ciudad.
"¿Qué tiene que ver esto con lo que estaba ocurriendo en San Lázaro?", se preguntó, en alusión a la toma de posesión de Peña Nieto en la sede del Congreso.
"Si alguien está indignado es la Ciudad de México frente a esta agresión, y no va a quedar impune", ha declarado el alcalde, del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD).
El político ha desvinculado estos actos vandálicos de las manifestaciones pacíficas que el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), encabezado por el izquierdista Manuel López Obrador, y el PRD llevaron a cabo en el Ángel de la Independencia y el Monumento a la Revolución, respectivamente.
López Obrador, postulado por una coalición de izquierda, quedó en segundo lugar en los comicios del 1 de julio pasado y no reconoció el triunfo de Peña Nieto tras denunciar irregularidades en el proceso electoral, incluida la supuesta compra masiva de voto.
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