Foto: EFE/EPA/JUSTIN LANE |
POR: EFE
Nueva York - El desigual reparto de
ayuda, el intenso frío y la falta de gasolina han agravado en las
últimas horas la situación de miles de familias de la región de Nueva
York, que no cuentan hoy con luz ni calefacción y que incluso están sin
casa tras el paso del ciclón "Sandy".
Cinco
días después del paso de "Sandy", el despliegue de las autoridades,
organizaciones benéficas y los voluntarios individuales sigue aumentando
pero no es suficiente ante la amplitud de los daños, lo que ha hecho
crecer la indignación ciudadana.
"Las
autoridades deberían estar ayudándonos, pero nadie viene por aquí", se
lamentaba hoy un residente de una de las zonas del barrio de Queens más
dañadas.
La pasada noche y esta madrugada las
temperaturas rozaron los cero grados centígrados, pero la sensación
térmica era aún peor debido al efecto del viento.
En
algunas zonas de Staten Island, Queens, Brooklyn, Long Island y Nueva
Jersey hay todavía 2,2 millones de abonados sin electricidad.
La Guardia Nacional y la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA) prosiguen con su programa de distribución de un millón de comidas preparadas, botellas de agua y otros suministros de emergencia.
La
Cruz Roja y otras organizaciones benéficas públicas y privadas se han
volcado en el envío de cocinas portátiles, mantas y material diverso a
los lugares donde los residentes han perdido o sufrido daños graves en
sus casas y siguen sin electricidad.
Incluso
ha habido muchos ejemplos de ciudadanos que han cargado sus coches con
comida o ropa para repartirlos directamente en las calles o llevarlos a
centros locales de distribución.
Los canales
de televisión locales están llenos de casos de este tipo, como el de una
familia que se quedó literalmente con la ropa que llevaba puesta y cuyo
hijo estaba en chanclas.
Al verlo, una
ciudadana empacó ropa de abrigo para todos (incluyendo unos calcetines
de invierno para el pequeño) y la llevó en persona.
"Necesitamos
gorros y guantes, y cualquier tipo de ropa de abrigo", señalaba la
pasada noche el responsable de una iglesia de Staten Island, que ha
organizado un sistema de almacenamiento y distribución de ayuda privada
en el templo.
Sin embargo, la ayuda no llega
aún a todas las zonas, en una región extensa donde sin coche es difícil
desplazarse (además, hay poca gasolina) y sigue habiendo gente que
camina por las calles en busca de comida.
El
alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, fue recibido hoy de forma
airada por algunos residentes, claramente indignados por la que
consideran una lenta respuesta de las autoridades, durante una visita a
una zona de Queens.
Mientras tanto, la situación del transporte público mejoró hoy con la reapertura de nuevos tramos de la red de metro, pero la recuperación de la electricidad es lenta.
El
gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, quien ya había advertido a las
empresas eléctricas que debían mejorar su funcionamiento si querían
mantener la licencia del estado, afirmó este sábado que si estas
compañías no están contentas con su aviso le da "igual".
"Los ciudadanos están disgustados. Pagan sus facturas y quieren electricidad", recalcó el gobernador.
Casi la totalidad del sur de la isla de Manhattan tiene ya electricidad,
pero el suministro no volverá al resto de la ciudad hasta el día 11, y
en otras zonas del estado o de Nueva Jersey podría hacerse esperar aún
más.
Otro serio problema es la dificultad para el suministro de gasolina,
ya que muchas personas dependen del combustible no solo para
desplazarse y trabajar, sino para alimentar los generadores eléctricos
domésticos.
Cuomo anunció hoy el despliegue
de camiones militares de reparto de gasolina por la Gran Manzana para
distribuir directamente a los automóviles, con un límite de 10 galones
(38 litros) por vehículo.
En Nueva Jersey, el
gobernador Chris Christie decretó la pasada noche que en una docena de
condados del norte se limitará el suministro de gasolina en función del
último número de la placa de matrícula y del día del mes (pares e
impares).
En toda la región, las colas en las gasolineras se han extendido durante varias horas.
Una
estación de servicio de la Primera Avenida tenía la pasada noche una
fila de trece calles de extensión, y esta mañana un coche de la policía
anunciaba por su megáfono a los conductores que hacían cola que ya no
quedaba suministro.
"Llevo desde las cuatro
de la mañana haciendo fila", se lamentaba, a las 09.30 hora local, un
conductor con un canal local de televisión mientras por fin podía
repostar.
En Washington, la Agencia de
Logística de Defensa anunció que comprará 27,7 millones de litros de
gasolina y diesel para enviar a las zonas más afectadas y complementar
la acción del sector privado.
Las autoridades
insisten en que la situación mejorará para el lunes con la llegada en
marcha de suministros por barco y oleoducto.
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