Hispana a la cárcel por practicar "lipo" sin licencia en Queens

 Por Gloria Medina/EDLP

NUEVA YORK - En medio del llanto y por medio de una traductora, una hispana ayer pidió disculpas a un juez de la Corte Criminal de Queens y le dijo que no la metiera presa.

Bárbara Nieto, de 27 años, entró a la sala judicial con las manos esposadas en la espalda, una camiseta gris y pantalones jeans azules mirando a sus familiares que se encontraban ayer en el tribunal.

Cuando el juez Robert Kolm le preguntó a Nieto si quería decir algo antes de dictar la sentencia, la colombiana respondió "sí".

"Señor juez quiero pedir disculpas por todo y le pido un poco de misericordia", dijo Nieto sin poder contener las lágrimas al igual que los familiares. "Esa fue la primera vez que lo hice y no tengo ninguna otra acusación… soy una madre soltera que manejo mis negocios y he pagado todos mis 'taxes'. Por favor no me meta presa", agregó la mujer que se había declarado culpable de practicar liposucción ilícitamente, sin licencia.

Según la fiscalía, Nieto tenía licencia del Departamento del Estado de Nueva York para practicar Cosmetología, como arreglo de uñas, de cabello y depilación con cera.

Nieto fue sentenciada a una condena de dos años en la cárcel y tres años de libertad supervisada. Además, tendrá que devolver $180,000 a los clientes a los que les había hecho tratamientos.

Según la acusación, Nieto es propietaria del salón de estética Perfect Image Stethics, en 40-63 Junction Boulevard y Bell Stetika Esthetics and Spa en 93-28A de la avenida Corona, ambos en Corona.

El 20 de marzo de 2010, Augusta Vélez, de 23 años, fue al salón Perfect Image para que le removiera grasa del estómago y la reinsertara en las nalgas, todo lo cual le costaría $500. Después de practicarle la liposucción, Nieto le dijo a su cliente que iba a necesitar unos masajes.

Cinco días después, Vélez no resistió el fuerte dolor y la fiebre y tuvo que ir a un hospital donde fue operada y tuvo que estar internada por cinco días.

Después de la sentencia, Nieto se despidió de sus familiares con una mirada a la que el hijo de 8 años -que estaba en la audiencia- respondió con un signo de mano y llorando.

"Ella no hizo nada, ella no le ha hecho mal a nadie", dijo una mujer al salir ayer de la corte y que se identificó como la mamá de la acusada. "Todo fue por envidia".