Exigen justicia por muerte de joven dominicano en El Bronx

POR: Gloria Medina/EDLP 

El cuerpo del empleado de una bodega baleado por un policía será llevado a República Dominicana

Ana Cuevas, madre del joven baleado por la Policía de Nueva York llega al sepelio de su hijo Reynaldo Cuevas, quien fue acribillado por un oficial al confundirlo con un asaltante.

Foto: Fotos Humberto Arellano y Gloria Medina / EDLP

Nueva York - "Hay Dios Mío", "Hay mijo", fueron los gritos con llanto de desesperación de la madre del dominicano muerto por un policía, al verlo ayer en el ataúd.

En la funeraria Ortiz, en Washington Heights, Ana Cuevas pasó un rato abrazando el ataúd lamentando la muerte de su hijo Reynaldo Cuevas, de 20 años, quien fue herido de bala fatalmente por Ramysh Bangali, uno de los agentes que acudió a la bodega Aneurys en El Bronx, donde ocurrió un asalto, alrededor de la 1:50 a.m., el 7 de septiembre. Cuevas trabajaba en la bodega pero salió corriendo al perctarse del robo.

Al funeral los familiares fueron llegando poco a poco vistiendo las camisetas blancas con la foto de la víctima y una leyenda que decía: "En memoria de Rey Cuevas. Te amaremos siempre". Todos coincidían en pedir "justicia" por la muerte de su ser amado. "Que pague por lo que hizo", dijo Jimmy Cuevas refiriéndose al policía que le disparó a su hermano menor. "Si ya estaba en el piso, ¿para qué le tenía que disparar?... pedimos que se le impongan cargos criminales".

Según el doliente, los últimos años han sido muy dolorosos para la familia. Hace un año le mataron al papá en Santo Domingo cuando trataron de robarle una cadena y hace dos años les mataron un primo.

Sanford Rubenstein, abogado de la familia, indicó que están esperando que una investigación independiente conlleve a que un Gran Jurado decida si la muerte de Cuevas fue "un acto de criminalidad".

"La gente de El Bronx, un Gran Jurado son los que deben determinar si fue un acto criminal, no el comisionado de la Policía", expresó Rubenstein fuera de la funeraria. "Si se determina que fue un acto de criminalidad, que el policía pague".

Los asaltantes, Orlando Ramos, de 31 años y sus cómplices Ernesto Delgado y Christopher Dorsey, enfrentan cargos por asesinato en segundo grado, violación a la ley de armas y robo. Los tres permanecen tras las rejas sin derecho a fianza y tendrán que regresar a corte mañana.

Los restos de Reynaldo Cuevas serán trasladados hoy a su tierra natal República Dominicana.