Dominicano muere atropellado en Brooklyn

Miguel Cruz Tejada

NUEVA YORK._ Un padre dominicano identificado como Raúl de la Cruz de 35 años de edad, se convirtió ayer jueves en el segundo inmigrante criollo que muere brutalmente atropellado por un vehículo en el sector Borinquen Place de Brooklyn. El 10 de enero Leopoldo Hernández de 55 fue impactado por dos vehículos del tipo van.

Una mujer también resultó herida cuando en compañía de de la Cruz, cruzaba la calle Keap a las 5:00 de la mañana y el conductor de un carro Chevy Malibú que se dirigía por el Este, impactó a la pareja.

El chofer huyó de la escena dejando a de la Cruz y la mujer abandonados en la calle, por lo que los investigadores han calificado el caso como homicidio vehicular.

El padre dominicano de dos hijos, murió en la escena, dijeron las autoridades. La mujer no fue identificada de inmediata y está grave en el hospital en el Centro Médico Elmhurst.

El conductor abandonó el vehículo a cinco cuadras de distancia del accidente y fue encontrado por la policía con la parte delantera rota y un parabrisas destrozado, agregaron los investigadores.

La policía arrestó horas más tarde a un sospechoso que identificó como Adán Recio de 27 años, acusándolo de ser el autor de la muerte de de la Cruz y las heridas graves a la mujer. Tanto la víctima como el chofer detenido residen en Brooklyn.

Familiares del occiso lo describieron como un hombre alegre, amable y que amaba la música. Los carros y siempre tenía una sonrisa para todos. "Desde que llegaba a cualquier sitio, todos reían porque sabían que era él que entraba", relató Sandy Hierro un barbero de una peluquería en la que de la Cruz se recortaba el pelo.

El fallecido trabajaba en el garage Speed Parking aparcando vehículos, situado en la calle 20 Oeste de Manhattan, donde era un asistente y se la pasaba bromeando siempre.

"Era muy servicial y siempre se mantenía averiguando si alguien necesitaba algo para ayudarlo", dijo Paul Lefebre de 40 años y empleado recién admitido en esa compañía.

Se había separado de la madre de sus dos hijas en edades de 7 y 10 años, pero se mantuvo siendo un padre responsable. Ayer jueves, la hija mayor cumplió años y de la Cruz le había prometido llevarla a un restaurante Chuck E. Cheese para celebrar con ella.

"Siempre bailaba con las niñas", refirió su vecina Betsy Toro de 43 años de edad. Hasta ayer en la tarde, las niñas no habían sido informadas sobre la muerte de su padre, dijo Ingrid de la Cruz, hermana del difunto.

"Era muy amable y siempre estaba feliz", añadió la hermana. "Nunca creí que mi hermana estaba muerto hasta que tuve que identificar el cadáver, mi madre está destrozada y no creo que todavía sepa la verdad", expresó Ingrid.

Los familiares de de la Cruz criticaron al chofer por salir huyendo y abandonar la escena. "El nunca debió salir huyendo, que Dios lo ayude a correr", manifestó Jillian de la Cruz, sobrina de la víctima.

Residentes en el área conocida como Borinquen Place situada en el vecindario Williamsburg de Brooklyn dijeron que la zona siempre ha sido peligrosa para conductores y peatones y que la muerte de de la Cruz es una de las tantas que se han producido allí.

Explicaron que los choferes gustan de acelerar en esa intersección, cerca del puente Williamsburg.

LEOPOLDO HERNANDEZ

El 10 de enero de este año, Leopoldo Hernández, un trabajador dominicano de mantenimiento murió atropellado también en el mismo lugar.

Hernández de 55 años de edad era un padre cariñoso y amante de su familia y descrito como un trabajador de excelencia que cumplía al ciento por ciento con sus compromisos de empleado y cabeza de familia.

Trabajaba en mantenimiento en la empresa Garden Deepdale en Litte Neck (Long Island) y fue mortalmente atropellado cuando se dirigía a sus labres la mañana del miércoles 10 de enero.

Había trabajado también como panadero hacía unos 10 años. Fue impactado por el conductor de una camioneta van con placa comercial, color blanco y modelo 2002 a las 6:00 de la mañana y mientras yacía en la calle, otro chofer lo golpeó.

Hernández caminaba por la zona para encontrarse con su compañero de trabajo Rommel Morales en la esquina de las avenidas Meeker y Union en el momento de ser atropellado.