Nueva York - Aunque parezca lo contrario, el número de personas que sufren hambre en el Estado de Nueva York ha aumentado en un 56% en los últimos siete años, según reveló un informe publicado ayer por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.
El hambre en Nueva York aumenta cada vez más, mientras que al mismo tiempo el Congreso propone cancelar el programa de cupones de alimentos (SNAP).
Defensores han indicado que la mejor forma de combatir el hambre, especialmente en momentos en que la economía del país está pasando por momentos difíciles, es fortalecer la seguridad de programas como el SNAP.
Según Theresa Hassler, directora de comunicaciones de la Coalición Contra el Hambre en la ciudad de Nueva York, la medida del Congreso recortaría miles de millones de dólares al programa.
"Muchos neoyorquinos están teniendo dificultades para encontrar trabajo, hasta los que están trabajando no ganan el suficiente dinero para mantenerse a si mismos ni a sus familias", indicó Hassler. "Cortar los fondos del programa SNAP cuando esos beneficios se necesitan más que nunca, no debe ser una opción".
Aunque el reporte sólo no toca la situación a nivel local, este problema se ve reflejado en los vecindarios de la ciudad de Nueva York, como en los lugares donde se reparte comida a diario.
"Aquí vienen muchas más personas que antes, especialmente este año", dijo Heidi Boston, cocinera del comedor de caridad del Salvation Army en Bushwick. "Anteriormente teníamos entre 125 y 140 personas por día, pero este año ya llegamos a tener hasta 199 para almuerzo en un día".
De acuerdo a Boston, el perfil de los que buscan un poco de comida también ha variado.
"Viene toda clase de personas, pero lo que más he visto este año son personas de la tercera edad y vienen al final del mes cuando se les acaba el dinero", dijo Boston.
Lucy Díaz, de 70 años, es una de las personas que asiste al Salvation Army por el almuerzo todos los días. "Eso lo ayuda a uno a economizar… voy a coger el almuerzo y a buscar la compra cada mes", agregó la mujer que no trabaja y vive con un hijo.
Para Maribel Santiago, de 43 años, mucha gente va a estos centros que ofrecen comida gratis porque no tienen ni en donde vivir, ni nadie que los ayude. "He ido algunas veces, mi amiga me trae comida y comemos aquí juntas… pero mucha gente va también porque se acostumbran y por no cocinar en la casa", afirmó.
El sur de El Bronx, que forma parte del distrito del congresista José Serrano, es el condado donde más casos de hambre se ha reportado en años anteriores, según Mark Dunlea, director ejecutivo de la organización Hunger Action Network del Estado de Nueva York (HANNYS).
Dunlea indicó además que en Brooklyn los vecindarios más afectados son East New York, Crown Heights y Bedford-Stuyvesant.
El representante de HANNYS indica que los 3,000 lugares donde reparten comida, alimentan a tres millones de personas al año, un aumento del 50% en los últimos cuatro años.
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